Julia, soy una mamá profesionista desesperada...
- Tania Plasencia López
- 16 jul 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 sept 2021
Amanecer todos los días muy temprano con la lista de pendientes por resolver, dejar ordenada la casa, preparar a los hij@s para la escuela, hacerles el desayuno, el almuerzo para el colegio, llegar temprano a la oficina, lidiar con el jefe que ya te regañó porque llegaste 10 minutos tarde, empezar con las actividades del puesto, a media mañana llamarle a la empleada doméstica para decirle lo que tiene que hacer, limpiar, lavar ropa, si es que tienes, sino todo eso lo harás por la noche, a media tarde checar que los niños estén bien, hayan llegado a casa, estén comiendo, haciendo tareas, al mismo tiempo estar avanzando en las obligaciones del puesto , cumplir con las juntas, pelearte con el jefe porque te tienes que ir temprano pues tienes que llegar a revisar tareas, bañar hij@s, darles de cenar y dormirl@s... Se acabó el día, estás muerta, pero tienes que terminar pendientes que dejaste de la oficina, entonces son las 10 de la noche te conectas, envías correos, son las 12:00 de la noche y lo que quieres es espacio para ti, pero ya se acabó el día, tienes que dormir.
Así comienza al día siguiente, hasta que toda la semana es el mismo ritmo. Cuando uno de tus hij@s se enferman, coincide que no hay nadie que te los cuide, ese día justo no pudo ir la empleada doméstica, o algún familiar y tu esposo ( si es que no estás

divorciada) tampoco puede porque él primero es su trabajo, más que el tuyo, entonces te la juegas… avisas a la oficina, el jefe se molesta por tu ausencia, te presiona llamándote todo el día con los pendientes, mientras estás angustiada porque empeora tu hijo, entonces tiene que pedir más tiempo en el trabajo para faltar, después tu jefe te sigue presionando, te reclama que has faltado mucho, que eso no es bueno para tu carrera profesional, que aunque resuelves en tiempo y forma, eres comprometida, productividad, eficiente, no es suficiente para los directores. Y si tu jefa resulta ser mujer sin hijos, peor aún, muchas veces son más crueles que los hombres.
Lo que se vuelve más complicado para las mujeres que quieren cumplir con todo, ser madres, esposas, desarrollo profesional, etc. Lo difícil es que los demás no te ayuden a equilibrar.
Es la historia de muchas mujeres que viven angustiadas todos los días, enfermándose mucho porque no es posible cumplir cuando ambas partes no son flexibles. Muchas empresas no quieren usar la tecnología a favor, facilitando la vida de sus empleados. Es importante darle valor al tiempo, que sea calidad tanto en la oficina como en la casa. No cantidad como se exige en los corporativos. Lo paradójico es, las empresas quieren tener grandes empleados sin darse cuenta que el futuro son los niñ@s que están siendo descuidado por las mujeres que trabajan, que, si no se les pone atención, se cuidan y se aman difícilmente van a ser personas comprometid@s, responsables, producti@os y éticos.
La reflexión es: yo como dueño, como jefe, ¿cómo puedo contribuir a que las mujeres que son mamás puedan administrar mejor su tiempo para que puedan ser buenas empleadas, buenas mamás?
Hago cinco propuestas
Comunicación continua por los medios electrónicos
Diseñar programas en conjunto (patrón, dirigentes y subordinados) para el cumplimiento de objetivos de forma eficaz y determinar los entregables en tiempo y forma
Definir qué tipo de tareas se pueden hacer desde casa
Trabajar en la confianza que se van a cumplir los objetivos
Determinar el tiempo de las reuniones y cumplir con los horarios
Por decir algunas. Lo importante es apoyar a las mamás que necesitamos trabajar. Queremos trabajar porque nos alimenta emocionalmente, intelectual, además de la parte económica que cubrimos y también contribuye a darles el ejemplo del buen sentido del trabajo. Pero si nuestros hijos ven que una se la pasa sufriendo entonces que les estamos enseñando... Quizás hoy por hoy la generación millennial no quiera comprometerse porque han visto el maltrato por muchos años de los jefes a sus padres...
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